miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿... un fantasma?

¿Cómo se movería un fantasma? Sí, esos en los que no creemos; no me refiero a los pasados malos recuerdos que sobrevienen de vez en cuando para que no te olvides de ti mismo.

Me estoy refiriendo más bien a aquellos que se parecen a los de la sábana sobre la cabeza, agujereada ésa para que unos ojos, "inexistentes", dicten el camino que la condena les marca hacia ningún final de su tortura.

Sus manos acarician el pomo de la puerta y le transmiten un cuidado y paciente escalofrío que la abre sin chirrido alguno. Primero un pie pisa la elegante moqueta, sin cambiar ni un mínimo su refinada suavidad. Su entrada, inadvertida, sólo reconocida por un soplo en la nuca de los espectadores, le hace retornar a sus vivencias pasadas.

Sin sábanas, con la única tortura de haber dejado de existir, caminan esos fantasmas entre el público, recitando su parlamento favorito, introduciéndolo una y otra vez en su ser (¿Ser?), negándose a abandonarlo por siempre.

Esas palabras, inmortales como muchas, únicas como su progenitor, desvelan un ansia tenebrosa de regresar al tablado de nuevo; ese cuerpo vaporoso y frío, que congelaría nuestro más profundo germen de vida, recuerda quién fue a los cuerpos humanos, qué hizo que vibrasen sus carnes, antaño, hasta su último momento.

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Hay veces que te apetece escribir. No sabes sobre qué, ni la finalidad, pero te apetece.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Susan...

Ha pasado junto a nosotros. Hacía calor y ella pasó despacio. Intentaba disimular la inquietud de su corazón, escondiendo una mirada impenetrable, huidiza, bajo condena. Yo, que buscaba sus ojos, traté de encontrarlos sin airear mis sentimientos ante los que se encontraban allí, manteniendo mi puesto.

Mi mirada la persiguió, reflejando el mismo interés que cualquiera pondría sobre una muchacha bella. No podía continuar las burlas que engendraban mis compañeros, no con ese semblante bañado en la pena que no había querido mirarme.
¿Qué había borrado tu sonrisa fácil y ligera? ¿Quién había roto ese velo que toda tristeza arropa y consuela?

Dejando atrás el calor agobiante de la época de siega y el polvo de esta tierra seca, crucé la puerta de la casa para alcanzar lo más alto de ella, para poder hundir en el horizonte mis ojos, por buscar tu ruta incierta. La sombra de mi mano no ayudaba a ver más allá; pero yo te sentía, sentía esa profunda constricción que no te dejaba respirar, ni vivir. Eras un lago colmado, que supera las cumbres de cualquier pecho; reventaste en un potente maremoto que arrasaba sin dejar huella.

¿Dónde vas, allí, tan lejos?

jueves, 10 de diciembre de 2009

¡Actores!

Pues sí, muchos querríamos ser actores. Algunos reconocemos que somos actores, aficionados o profesionales, si no eres muy tiquismiquis o, al menos, que somos un "intento de", tratando de ser cada día un intento más grande.

No hay minuto que no forme a cualquiera como persona, o al menos como "algo". Por ello, atentos al espacio, al sentido y al movimiento, sigilosos, presenciamos todas las escenas posibles que están construyendo nuestro mundo interno; ése en el que fluimos y nos desesperamos, en el que nos perdemos y del que gozamos. Ése en el que realmente vivimos y precipitadamente conocemos (y a veces olvidamos).
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"Se presentó un día con un plan de ética en sus manos, de las suyas a las nuestras; caímos embriagados. Igual que si esos pocos papeles fuesen un espejo, me quedé mirándolos, llorando de emoción por dentro, la verdad, como nunca había llorado. Es perfección de sentido, la lógica y el corazón lo habían plasmado todo.

Por lo que observé en los demás, inmóviles, algo similar vibraba en sus huesos. Le miramos, hasta felices, y nos aconsejó que no lo dejásemos de lado pues, aunque eso era sencillo y conocido, se olvidaba sin reparo, se abandonaba a los primeros cursos, como materia esencial que nunca se volvería a repasar, ni a acudir con necesidad a ella, aunque ésa existiese."

Y así van las cosas, sin soluciones.

martes, 24 de noviembre de 2009

Dos

"Tengo un valiente corazón encerrado entre hilos de aire melancólico, tensos ante la ausencia, congelados, indestructibles.
Tengo un llanto que gime, deslizando lentamente sus temores por entre aquellos hilos.
Dos amantes tiran de un lazo a distinto tempo, con distinta intensidad según sus latidos. Comprueban si sigue intacto, si no hay un momento que se floje en un tirón.
Diminuta, encuentra su mirada un lazo nuevo, del mismo color pasión, y tira a la vez de los dos. Responde. Siempre responde."





Aunque tú no lo sepas...



domingo, 8 de noviembre de 2009

... relees

Hay recuerdos de malos pasajes, ahí, en la libretilla, anotados; de malos, y muy malos. Qué poquitas ganas de recordar nada. En este hermoso punto de obstáculo superado o, al menos, sorteado, nada se salvaría si no me detuviese a pensar sobre todo lo que se quedó atrás, tanto lo bueno como lo malo (un poquito sólo). No aprendería nada entonces, y al menos, quiero aprovechar en el presente algo de lo que quedó atrás.

Una pregunta fue: "¿en qué fallaste?"; mientras que ahora: "¿fallaste?". Respuesta, clara, concisa, breve, dispuesta, tenaz, segura, libre, sincera: "NO", con sus dos letras, tamaño y tipo, el que quieras. Bien, siguiente en el cuestionario: "¿cuál fue el problema?" no saber ignorar, en serio, una cosa es intentar pasar de algo y otra, hacerlo.

Dicen que la ignorancia es de los más tontos, que los tontos viven felices. Cierto, cierto, pero a veces es muy bueno IGNORAR A IGNORANTES, tanto para la salud mental como física, como la de tu hermosa, única e inmancillable felicidad.

Y estas insaciables preguntas sobre si la felicidad existe o no... pues la verdad, no sabría cómo responder, pero tengo una vaga idea que puede asemejarse a una respuesta:
Podrás tener consciencia de cuán hipócrita es la gente, de lo ilógicas que son sus leyes (morales, sociales, etc.), de lo mal que está el mundo, de ti, de lo que te gusta, de tus sueños, tus esperanzas, tus desesperanzas, tu poco tiempo, tus grandes defectos, tus infelicidades... y cuando te recuerdas todo eso te preguntas si algún día llegarás a tal estado que se supere todo lo anterior. A lo mejor la respuesta sería no recordárselo, aparentar ignorarlo, no planteárselo; yo no digo qué es lo que está bien, ni qué es lo que está mal, pero puedo decir que siendo consciente de todo lo anterior, me encuentro en una pequeña burbujita de alegría que se empequeñece o crece, claro, dependiendo del instante. Es muy delicada, absolutamente imprescindible en mi vida. Me alegro porque llevo manteniéndola un tiempo y sé por qué; porque he aprendido algo, aunque no rememore los fallos o las partidas perdidas, he aprendido qué es lo que explota la burbuja, o lo que la mancha.
Cuando estás expuesto, débil... la burbuja explota, el frío y todo lo que quedó fuera se precipita sobre ti, te puedes quedar ahí arrinconada, intentando de alguna forma superar todo lo que llega sin aviso... cada uno a su modo, ése no es el mío.


Y en la vida en conclusión
todos sueñan lo que son.



Dahlia

domingo, 25 de octubre de 2009

Una semana no tan larga.

Esta semana no va a ser tan larga como creemos. Va a pasar, como han pasado todos los días anteriores de rutina y planes inesperados. Van a ser días diferentes a todos los que han venido, como lo fueron los de la semana anterior o lo serán los de la siguiente. Y sé que serán distintos porque en todos te quiero de diferentes modos y del mismo, al fin y al cabo.

Esta manía de intentar saber qué haremos en un futuro. De planificar nuestros años (que son años porque coincidió que la Tierra quiso girar, con un pequeño y mayoritariamente ignorado error, 365 días alrededor de una bola de luz muy caliente), concretando todo lo que haremos desde la salida del Sol hasta su salida al día siguiente; sabemos horas de sueño, retrasos de autobuses, duraciones de citas. Basamos nuestra existencia en el tiempo sin pararnos a pensar que es tan (tán) hermoso cada segundo que pasa, que podemos crear y vivir de tantas formas, disfrutar...

Hoy te quiero del mismo modo que lo hice ayer, de la misma manera que lo hacía cuando sonreía a un compañero, abrazaba a una amiga, bromeaba con cualquier conocido o cuando me quedaba quieta, con mi mente vacía, esperando a que llegase el peatón verde. Y no lo sé porque estuviese pensando en ti, porque no lo hice en todo ese tiempo, porque yo no te quiero con la cabeza, ahí todo está enmarañado y poco claro, te quiero con el alma.

Hoy vendrán unos ojos marrones a mirar los míos, también unos azules, unos verdes, sobre todo ojos marrones (herencia genética vs. estadística). Mañana otros, muchos coincidiendo en los del día anterior.

Pero un día de estos, van a ser los tuyos. Y sé, que no queda tanto para ese día.

domingo, 11 de octubre de 2009

Teatro



¡¡Quiero hacer teatro!!
Quiero hacer teatro ¡ya!
Pasar por encima de todos los prejuicios mundanos, romper las almas corruptas, irme lejos de vosotros para entrar por el más fino de vuestros poros y que olvidéis que sois vosotros y encontréis ese todo que no alcanzamos a vislumbrar.
Me gustaría encontrar una concepción pura y bella de la belleza misma, un sentido sin sentido, una entendida explicación sin ningún mérito didáctico, sino hedónico.
Sabríais reconocer ese movimiento que recorre todo vuestro cuerpo y se instala en él, se fusiona con fibras, músculos, huesos y yo que sé qué. Se diluye en la sangre y pasa por la mente de forma continua, y llega al corazón... Al corazón mismo de donde nadie queremos que salga, porque es un sentimiento tan voraz y atenazante que crece en uno mismo y vive por ti. De ti se hace único e inimitable...

Es tan increíble.

For all

En un rincón de su olvido, quedó una pasión enjaulada. Su imaginación dejó de saltar porque nadie creaba, nadie entendía, nadie quería saber sobre algo nuevo, distinto, enagenante.
Cuando vivía fuera del mundo que la rodeaba, siempre encontraba problemas: que si te descentras, que si no estás pendiente de tu familia o de tus amigos, que si tienes que hacer esto, que pierdes el tiempo y luego se acaba, que si otras reflexiones vitales...
Sí, pero nadie se fijaba que en una calle tan aburrida y gris pasaban cosas, cosas muy importantes: caían hojas lentamente en el otoño, y a mediodía parecía que podía ser primavera; la gente se deshacía en discusiones aptas para casi todos los públicos (y si no, también) para liberarse de quejas estratégicamente almacenadas en la memoria; también una niña se paraba para silbarle a un perro pequeñajo que pasaba y que la ignoraba, a pesar de la insistencia; y la cartera la recorría rápido para poder tomarse un pequeño descanso en el bar del final.

Pasaban el tiempo y el viento de la mano. Un chiquillo corría para encontrar el escondite idóneo. Y todo elmundo decía aburrirse cuando podrían estar ocurriendo menos cosas todavía...

Siempre que empezaba una historia, ésta moría rapidamente, debe de ser la costumbre de dejar los sueños siempre a medias. Se creaba, crecía, se revolvía, y de pronto se desvanecía, o se precipitaba en un choque contra la acera después de una caída completamente vertical (¡y vertiginosa!).

Qué cosas...

jueves, 4 de junio de 2009

... de sopetón

¿Creer en las coincidencias o en las señales?

miércoles, 13 de mayo de 2009

Fantasmas de tedio



No me llores,
vida.

Enfádate sin ilusión, otra vez más.Sin desesperar aquí, ahí o mañana; pues todo puede venir mal. Pero bueno, convéncete, es tu vida. Una perfección del desastre.

"Pero bueno", acostúmbrate, nada nuevo que contar.

Solicítame una plaza de comodidad ahí arriba, que ya me daré al aburrimiento.

Al fin y al cabo, no aguantas muchas cosas, eres especial para ti mismo y no das mucho que hablar.
Además, tu triste manera de hacer las cosas minuciosamente mal, no se lleva, es otra palabra más escrita con tinta.

"Pero bueno", aquí estamos, sobreviviendo, decimos. "Superlativando" nuestras penas infundadas.
Aquí andamos llorando por vicio. Mareando un romanticismo muerto. Limpiando una fatalidad que creíamos hermosa.

No nos aburrimos, somos.



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sábado, 18 de abril de 2009

(...) ¡Bueno, la paz...! ¿Qué será de los ojos del queso cuando se lo hayan comido?


[Madre Coraje y sus hijos, Bertolt Brecht]

jueves, 2 de abril de 2009

...no quise aburrirles más.

"Estuve mucho tiempo preparándome para cambiar mi vida.
Era eso, cambiar mi vida... no era la primera propuesta que me hacía a mí mismo, ni mucho menos, pero, al igual que todas ellas vienen y van, no quería que ésta se fuese también, perdiéndose en el mundo de pequeños olvidos que, por años, lleva arrastrando mi mente.
No, no quiero lo mismo de siempre, la extraña sensación de que no me he movido del mismo sitio en veintitrés años, ¡veintitrés años!, quién lo diría, ¡maldita angustia! mi vida sigue pasando y mi mente no cambia, nada me llama verdaderamente la atención, la verdad.
El psicólogo siempre me dijo que debería profundizar en mí mismo; recordando su maldita cara de persona normal solucionándome la vida con una frase tan simple, me parto el culo.
Y no voy a contaros la historia de mi vida por el simple hecho de que son muchas noches de pensamientos inconclusos, agobiantes retenedores del sueño libre, que era mi única ilusión.
Soy a veces tan desertor, que mucha gente se olvidó de mí sin problema, fue una liberación para ellos, créanme. Pero en fin, no he aprendido nada, no he sabido confundirme, no he tenido la resuelta serenidad de exponerme a la posibilidad de mejorar mi vida, sin razón alguna.
Si me soltaseis volvería, como un pequeño animalito, a restablecer mi vida con las cenizas que sobran de las vidas de los demás o, lo que es peor, volvería a refugiarme en mi madriguera a esperar otro verano más. Una maldita inercia suicida me recuerda que llevo gastando mucho del saco, que lo halla utilizado o no, tengo que devolverlo de golpe.
La verdad es que todavía estoy esperando a que pase, siempre dicen que te encuentras lo mejor cuando menos te lo esperas y yo, que llevo años sin esperar nada, ya no me creo lo que "digan".
Por eso me voy de aquí. Realmente, no vuelvo a mi madriguera,
Me da igual de lo que esté acusado, me voy. Si tienen alguna orden de dispararme, no lo duden, al menos acabaría mi vida con algo de emoción.
Sin embargo, sé lo que van a hacer. Dejarme ir, como hacen siempre, suspiran con languidez en sus ojos, no siguen mi caminar hasta la puerta por una lástima con límite de jornada. Ustedes también me dan igual, pero creía que debía despedirme, después de ser los únicos que me han escuchado, o al menos han sabido algo de mí.
En fin, que decidí cambiar mi aburrida vida y yo creo que ya es hora de ponerse".

jueves, 19 de marzo de 2009

lo único que te apetece decir es...

putas depresiones de los cojones...

















suene como suene.

domingo, 15 de marzo de 2009



Siempre en tu mundo.

domingo, 8 de marzo de 2009

Rima,
un viento de ilusiones
que te rodee
mientras cantas tus canciones.


Soledad,
que pronto te apagas cuando aparece,
qué pronto te pierdes cuando me mece
que dejas de existir en su mirada.



Sola, sola camina
y,
como todos los solos,
camina con la mirada perdida
en un océano sin fondo
de curiosidad e imaginación descarriados, desbocados
descosidos,
desprevenidos de los mundos aburridos.











"Loca estás a la fe"
(La venganza de don Mendo, Pedro Muñoz Seca).

lunes, 2 de marzo de 2009

raitines

¿Has llorado alguna vez de rabia, y a la vez de añoranza, enfado y arrepentimiento?
¿Has estado triste, vuelto a reír, y estado triste de nuevo?
¿Te has castigado?
Sabiendo que no te quieres hacer daño, ¿te has abalanzado sobre la pared? ¿varias veces?





Yo ya no sé qué hacer.

jueves, 5 de febrero de 2009

...soñaba

¿Has escuchado alguna vez a Jeno Jando? O /yeno yando/, o /yeno jando/, o como se pronuncie...
Lo has escuchado, ¿verdad?
Escucha, Apasionada.

http://www.youtube.com/watch?v=GfeLfxbN_84&feature=PlayList&p=D46B7F1AD0FCA91A&playnext=1&index=9



¿Ya la oyes?




¿No te parece preciosa?






¿Quién la tocará?
Siempre me habría gustado saber en qué están pensando cuando tocan. ¿Qué llegarán a ser capaces de sentir?
Arte, que leves y apasionados golpecitos impriman en el aire estos hermosos sonidos;
llegan a nuestros oídos y juguetean en la mente,
llevan el ritmo del corazón al son que se mueven.

Curiosidad. Lo que nos mueve.
Abres los ojos,
con cierto temor a deslumbrarse, observan que no hay ni una butaca ocupada.
Miras tus manos, acostadas sobre tu regazo, pidiendo que las acunen.
Consciente de tus yemas frías,
despacio, mueves tus dedos. Primero uno, luego otro, más y más, hasta que tus manos se liberan y se hacen fuertes.

¿Quién será el que toca?

Es hora de levantarse,
la música dirige a tu cuerpo, como mi voz hace con tu imaginación. El escenario es perfecto, la luz en su perfecta cantidad... pero, ¿quién está tocando?

Siguiendo el camino de la música, te acercas a la segunda pata, a la derecha. ¡La ves! Al fondo del todo. Alguien se ha encargado de iluminar su rostro y sus manos... ¿no es preciosa? Como la música...
Embelesado,
sin tener en cuenta al tiempo,
disfrutas del sentido de poder oír y ver dos cosas tan hermosas a la vez.


De repente todo calla, las luces bajan, la música ha desaparecido.
Aturdido y confuso,
la vista deja de nublarse cuando oyes ajetreados murmullos ahogados.


Algo tendrás que hacer. No te vas a quedar ahí parado.


Detrás de la tela de fondo, todos se mueven de un lado a otro, unos repasan, otros hacen ejercicios para prepararse, dos o tres discuten sobre la ubicación de sus temporales pertenencias.
Alguien te alienta a moverte, "¡Que queda poco! ¿Por qué no estás preparado?"

... ¿y qué tendré que preparar yo?

jueves, 29 de enero de 2009

... el mundo siguió vacío

Por fin, está conseguido. Que te deje de importar lo que los demás digan.
Que te deje de importar que valoren algo o no, o, al menos, que sepas que no son sinceros.



Tanto odio entre mis manos, que no supe qué hacer con él,
¡y que no me importase el tiempo que, pensando, eché a perder!

Hoy que no se olvidan las cosas,
hoy que ya están fétidas,
que sólo contaminan lo que discurre en mis venas.

Pero, ¿qué ha ocurrido contigo?
Como gusta exagerar,
las cascadas de decepciones siempre ayudan a madurar...



y yo que creo q soy más pequeña...



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30 de julio. Una mujer joven, enropada en antiguo traje, se pasea por los jardines a las cuatro de la tarde.

Esperan que no esté loca.
Para no arremeter contra la ensoñación, los médicos han recomendado no romper el hilo, dejar seguir a la imaginación.

Su familia, también en telares envuelta, intenta hablarle, de formas ininteligibles, complejas, extrañas; para no acentuar su locura, ella los mira y se calla.
Y acompañando al calor de las piedras, ella sigue sentada.
Mirando al cielo con mirada lánguida, promete ya no ser ella sino ser lo que le plazca.