domingo, 8 de marzo de 2009

Rima,
un viento de ilusiones
que te rodee
mientras cantas tus canciones.


Soledad,
que pronto te apagas cuando aparece,
qué pronto te pierdes cuando me mece
que dejas de existir en su mirada.



Sola, sola camina
y,
como todos los solos,
camina con la mirada perdida
en un océano sin fondo
de curiosidad e imaginación descarriados, desbocados
descosidos,
desprevenidos de los mundos aburridos.











"Loca estás a la fe"
(La venganza de don Mendo, Pedro Muñoz Seca).

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