jueves, 5 de febrero de 2009

...soñaba

¿Has escuchado alguna vez a Jeno Jando? O /yeno yando/, o /yeno jando/, o como se pronuncie...
Lo has escuchado, ¿verdad?
Escucha, Apasionada.

http://www.youtube.com/watch?v=GfeLfxbN_84&feature=PlayList&p=D46B7F1AD0FCA91A&playnext=1&index=9



¿Ya la oyes?




¿No te parece preciosa?






¿Quién la tocará?
Siempre me habría gustado saber en qué están pensando cuando tocan. ¿Qué llegarán a ser capaces de sentir?
Arte, que leves y apasionados golpecitos impriman en el aire estos hermosos sonidos;
llegan a nuestros oídos y juguetean en la mente,
llevan el ritmo del corazón al son que se mueven.

Curiosidad. Lo que nos mueve.
Abres los ojos,
con cierto temor a deslumbrarse, observan que no hay ni una butaca ocupada.
Miras tus manos, acostadas sobre tu regazo, pidiendo que las acunen.
Consciente de tus yemas frías,
despacio, mueves tus dedos. Primero uno, luego otro, más y más, hasta que tus manos se liberan y se hacen fuertes.

¿Quién será el que toca?

Es hora de levantarse,
la música dirige a tu cuerpo, como mi voz hace con tu imaginación. El escenario es perfecto, la luz en su perfecta cantidad... pero, ¿quién está tocando?

Siguiendo el camino de la música, te acercas a la segunda pata, a la derecha. ¡La ves! Al fondo del todo. Alguien se ha encargado de iluminar su rostro y sus manos... ¿no es preciosa? Como la música...
Embelesado,
sin tener en cuenta al tiempo,
disfrutas del sentido de poder oír y ver dos cosas tan hermosas a la vez.


De repente todo calla, las luces bajan, la música ha desaparecido.
Aturdido y confuso,
la vista deja de nublarse cuando oyes ajetreados murmullos ahogados.


Algo tendrás que hacer. No te vas a quedar ahí parado.


Detrás de la tela de fondo, todos se mueven de un lado a otro, unos repasan, otros hacen ejercicios para prepararse, dos o tres discuten sobre la ubicación de sus temporales pertenencias.
Alguien te alienta a moverte, "¡Que queda poco! ¿Por qué no estás preparado?"

... ¿y qué tendré que preparar yo?