domingo, 11 de octubre de 2009

For all

En un rincón de su olvido, quedó una pasión enjaulada. Su imaginación dejó de saltar porque nadie creaba, nadie entendía, nadie quería saber sobre algo nuevo, distinto, enagenante.
Cuando vivía fuera del mundo que la rodeaba, siempre encontraba problemas: que si te descentras, que si no estás pendiente de tu familia o de tus amigos, que si tienes que hacer esto, que pierdes el tiempo y luego se acaba, que si otras reflexiones vitales...
Sí, pero nadie se fijaba que en una calle tan aburrida y gris pasaban cosas, cosas muy importantes: caían hojas lentamente en el otoño, y a mediodía parecía que podía ser primavera; la gente se deshacía en discusiones aptas para casi todos los públicos (y si no, también) para liberarse de quejas estratégicamente almacenadas en la memoria; también una niña se paraba para silbarle a un perro pequeñajo que pasaba y que la ignoraba, a pesar de la insistencia; y la cartera la recorría rápido para poder tomarse un pequeño descanso en el bar del final.

Pasaban el tiempo y el viento de la mano. Un chiquillo corría para encontrar el escondite idóneo. Y todo elmundo decía aburrirse cuando podrían estar ocurriendo menos cosas todavía...

Siempre que empezaba una historia, ésta moría rapidamente, debe de ser la costumbre de dejar los sueños siempre a medias. Se creaba, crecía, se revolvía, y de pronto se desvanecía, o se precipitaba en un choque contra la acera después de una caída completamente vertical (¡y vertiginosa!).

Qué cosas...

No hay comentarios: