domingo, 25 de octubre de 2009

Una semana no tan larga.

Esta semana no va a ser tan larga como creemos. Va a pasar, como han pasado todos los días anteriores de rutina y planes inesperados. Van a ser días diferentes a todos los que han venido, como lo fueron los de la semana anterior o lo serán los de la siguiente. Y sé que serán distintos porque en todos te quiero de diferentes modos y del mismo, al fin y al cabo.

Esta manía de intentar saber qué haremos en un futuro. De planificar nuestros años (que son años porque coincidió que la Tierra quiso girar, con un pequeño y mayoritariamente ignorado error, 365 días alrededor de una bola de luz muy caliente), concretando todo lo que haremos desde la salida del Sol hasta su salida al día siguiente; sabemos horas de sueño, retrasos de autobuses, duraciones de citas. Basamos nuestra existencia en el tiempo sin pararnos a pensar que es tan (tán) hermoso cada segundo que pasa, que podemos crear y vivir de tantas formas, disfrutar...

Hoy te quiero del mismo modo que lo hice ayer, de la misma manera que lo hacía cuando sonreía a un compañero, abrazaba a una amiga, bromeaba con cualquier conocido o cuando me quedaba quieta, con mi mente vacía, esperando a que llegase el peatón verde. Y no lo sé porque estuviese pensando en ti, porque no lo hice en todo ese tiempo, porque yo no te quiero con la cabeza, ahí todo está enmarañado y poco claro, te quiero con el alma.

Hoy vendrán unos ojos marrones a mirar los míos, también unos azules, unos verdes, sobre todo ojos marrones (herencia genética vs. estadística). Mañana otros, muchos coincidiendo en los del día anterior.

Pero un día de estos, van a ser los tuyos. Y sé, que no queda tanto para ese día.

domingo, 11 de octubre de 2009

Teatro



¡¡Quiero hacer teatro!!
Quiero hacer teatro ¡ya!
Pasar por encima de todos los prejuicios mundanos, romper las almas corruptas, irme lejos de vosotros para entrar por el más fino de vuestros poros y que olvidéis que sois vosotros y encontréis ese todo que no alcanzamos a vislumbrar.
Me gustaría encontrar una concepción pura y bella de la belleza misma, un sentido sin sentido, una entendida explicación sin ningún mérito didáctico, sino hedónico.
Sabríais reconocer ese movimiento que recorre todo vuestro cuerpo y se instala en él, se fusiona con fibras, músculos, huesos y yo que sé qué. Se diluye en la sangre y pasa por la mente de forma continua, y llega al corazón... Al corazón mismo de donde nadie queremos que salga, porque es un sentimiento tan voraz y atenazante que crece en uno mismo y vive por ti. De ti se hace único e inimitable...

Es tan increíble.

For all

En un rincón de su olvido, quedó una pasión enjaulada. Su imaginación dejó de saltar porque nadie creaba, nadie entendía, nadie quería saber sobre algo nuevo, distinto, enagenante.
Cuando vivía fuera del mundo que la rodeaba, siempre encontraba problemas: que si te descentras, que si no estás pendiente de tu familia o de tus amigos, que si tienes que hacer esto, que pierdes el tiempo y luego se acaba, que si otras reflexiones vitales...
Sí, pero nadie se fijaba que en una calle tan aburrida y gris pasaban cosas, cosas muy importantes: caían hojas lentamente en el otoño, y a mediodía parecía que podía ser primavera; la gente se deshacía en discusiones aptas para casi todos los públicos (y si no, también) para liberarse de quejas estratégicamente almacenadas en la memoria; también una niña se paraba para silbarle a un perro pequeñajo que pasaba y que la ignoraba, a pesar de la insistencia; y la cartera la recorría rápido para poder tomarse un pequeño descanso en el bar del final.

Pasaban el tiempo y el viento de la mano. Un chiquillo corría para encontrar el escondite idóneo. Y todo elmundo decía aburrirse cuando podrían estar ocurriendo menos cosas todavía...

Siempre que empezaba una historia, ésta moría rapidamente, debe de ser la costumbre de dejar los sueños siempre a medias. Se creaba, crecía, se revolvía, y de pronto se desvanecía, o se precipitaba en un choque contra la acera después de una caída completamente vertical (¡y vertiginosa!).

Qué cosas...