miércoles, 11 de agosto de 2010

Hablando de cartuchos, ¿queda alguno de sobra?

Nunca pensé que mi corazón pudiera albergar tanto odio que éste me saliese por las manos y no me dejase ni escribir.
Nunca pensé que los "nunca haría nada que te hiciese daño" ni los "te quiero" de tu boca se pudieran ver doblegados.
A fuerza de paralelismos podría hasta echarme la culpa de todo esto, que en el fondo hasta la tendré.

Dicen que al igual que cuando das todas tus ilusiones y tus esperanzas, cuando das todo tu corazón eres susceptible de que te hagan mucho daño. Es cierto.

Aunque nos lo aconsejen, nunca andamos con pies de pluma,
¿por qué hacerlo ahora?

-----------------------------------------------------------------------------------

It had to be you! Fucking couple!

Dulce locura... ¡eso es un purgatorio! ¡Por supuesto!

1 comentario:

Doc Pastor dijo...

Nunca hay que albergar odio, no conduce a nada, a gastar pensamientos y neuronas de una forma totalmente estúpida.

Quizá es que el mayor daño me lo hicieron las dos personas más importantes en la vida que todos podemos tener, no lo sé, pero siempre es mejor recordar lo bueno, todo lo que tiene valía y las cosas malas dejarlas en el olvido.

Nunca andamos con pies de plomo (o de pluma) por un simple motivo, irías demasiado despacio para disfrutar de lo que tienes delante.