martes, 23 de febrero de 2010

Pequeñas cosas

Ése pequeño hueco en que se esconde un papel.
Sin aire, él solo. Con tinta en su piel.
Ése olor que se suspende en el aire y que vive pegado a él,
y que sólo se repite cuando pasa otra vez.

Una sonrisa bien custodiada tras unos labios tensos, un pensamiento en silencio, una luz que golpetea todo, brilla y te ve, los arcoiris atrapados en los charcos después de llover. La mirada.

Los pasos rápidos, seguros o intranquilos, los lentos y campantes, el pajarillo enamorado, incluso en la más temprana hora, una sentencia y un canto, un viento juguetón o bravo, un toc-toc; una carcajada; un amigo. Escucha.

Caramels, bonbons et chocolat. Unos labios. ¡Qué sabor!

Tacto frío, suave, grosero, atento, quién sabe, punzante, cortante, quieto, contento. ¡Y el viento en la cara!

Lo que te hace vivir, queda después de la explosión del furor, entra en la respiración y sólo te deja saltar. Saltar y brincar. Gritar en silencio que no dejas de soñar.
Se paró en el instante, quieto, mira... ya pasó.

Saborea, vibra, siente. Regocijo.


El mundo es más pequeño de lo que parece.



1 comentario:

Doc Pastor dijo...

El mundo es más pequeño, pero las sorpresas que se esconden son innumerables.